Cuatro errores fatales que arruinan los Ministerios
El apóstol Pablo nos dio un curso acelerado de liderazgo en su segunda carta a los Corintios, donde el pastor J. Lee Grady ha identificado cuatro de los mayores errores que se ha cometido durante el Ministerio.1. La Charlatanería. Hemos perdido la credibilidad por ciertos predicadores codiciosos que manipulan a la iglesia para rellenar sus propios bolsillos. Al igual que un poco de levadura se extiende a toda la masa,los charlatanes nos arruinaron también a todos nosotros.
El apóstol Pablo dijo a los corintios: "Porque no somos como muchos, vendiendo la Palabra de Dios" (2 Cor. 2:17, NVI). La palabra griega para vender, kapeleuo, significa "hacer dinero con la venta, a la corrupción, para obtener ganancias mediante la enseñanza de la verdad divina." ¿Cuántos conocidos predicadores empezaron bien pero terminaron como vendedores ambulantes, pidiendo dinero para pagar los autos de lujo y mansiones.
2. Creerse Importante. El apóstol Pablo recordaba continuamente a los Corintios que él era un siervo: "porque no nos predicamos a nosotros mismos sino a Cristo Jesús como Señor y nosotros como vuestros siervos de Dios" (2 Corintios 4:5). El servicio es el requisito fundamental para cualquier líder.
Sé de un conferencista que habitualmente envía una lista de 23 páginas de requisitos a las iglesias que quieren invitarlo a predicar. En el pasado, algunos predicadores han exigido dinero para las compras (además de sus honorarios) y alojamiento de lujo; otros insisten en que no pueden viajar sin su "portador de la armadura" — básicamente un súbdito que lleva el maletín del predicador, pañuelo y botella de agua para que se vea importante.
Noticia de última hora! Pablo no tenía un "portador de armadura", él habría reprendido a cualquier ministro que insiste en comportarse como una súper estrella.
Fuente: AcontecerCristiano
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